Pero, pese a todo, yo creo
como usted, que el sacrificio del Comandante “Che Guevara” no ha sido en vano:
su figura legendaria ya ha llegado con su ejemplo a todos los rincones del
mundo y muchos anhelarán emularlo. Es que esta clase de sacrificios no sólo
valen por lo que hacen, sino también por el ejemplo que dejan para los demás.
Hasta su muerte, por la forma miserable en que se ha producido, ha tenido la
virtud de mostrar claramente con la clase de bárbaros que ha tenido que
vérselas.miércoles, 23 de mayo de 2012
Carta de Juan Perón a Ricardo Rojo
Pero, pese a todo, yo creo
como usted, que el sacrificio del Comandante “Che Guevara” no ha sido en vano:
su figura legendaria ya ha llegado con su ejemplo a todos los rincones del
mundo y muchos anhelarán emularlo. Es que esta clase de sacrificios no sólo
valen por lo que hacen, sino también por el ejemplo que dejan para los demás.
Hasta su muerte, por la forma miserable en que se ha producido, ha tenido la
virtud de mostrar claramente con la clase de bárbaros que ha tenido que
vérselas.jueves, 22 de marzo de 2012
Carta de Maud Mannoni a Jacques Lacan
Para que la Escuela viva, Lacan, tendría que dejar de ser una sociedad secreta. Esto exige la reforma de una mentalidad, empezando por usted...
Usted está demasiado viejo para cambiar, pero los otros son todavía más viejos que usted.
En cuanto a Vincennes, cuando se percaten de las cosas será demasiado tarde:
Más de cincuenta horas de enseñanza exclusivista, cursos de malos profesores que no citan sus fuentes y ni siquiera permiten que los estudiantes pongan en marcha un trabajo personal. Una teoría se valoriza cuando se la sitúa en relación con otras teorías, con relación a la clínica (de la verdadera), de lo contrario al final constituye... un delirio.
Puedo decirle lo que habría que hacer para volver viva a la Escuela, pero es que Usted está en dificultades con usted mismo, pues no quiere que se las toque (sus estructuras), entonces no se las toca, y la Escuela (sus analistas, su enseñanza) está en vías de convertirse en el museo Grévin.
MAUD MANNONI
